Quinua, el pueblo de las manos que hablan El 70% de habitantes de este lugar ubicado a menos de una hora de Huamanga se dedica al arte de la alfarería y es lugar también donde se libró la histórica Batalla de Ayacucho que sello la independencia americana.
Atrás quedaron los años de terror que vivieron los habitantes de Ayacucho. Convencidos de su potencial, tienen como meta borrar el estigma de violencia y cambiarle la cara a una región que abraza su identidad y su tradición milenaria. Un ejemplo de esto es Quinua, el pueblo de las manos que hablan.
Tras 32 kilómetros de recorrido hacia el noreste de Ayacucho por una carretera en buenas condiciones y correctamente señalizada se llega al pueblo alfarero de Quinua, llamado así por la queñua, un árbol típico de nuestros Andes y que abunda por estas tierras.
Con casi el 70% de sus habitantes dedicados al arte de la alfarería, este pueblito de calles empedradas, fachadas blancas y techos de tejas ha dado un gran paso para desarrollar su oferta turística. Con mucha capacitación y respeto por sus tradiciones y en especial a los visitantes, Quinua se ha constituido como un lugar importante en lo que a turismo en Ayacucho se refiere.
La población está muy contenta con este crecimiento turístico de la ciudad lo que se traduce en más ventas para ellos y sobre todo han tomado conciencia de que el aumento de visitantes no es gratuito, el buen trato y buenos productos aseguran una grata experiencia a los viajeros.
Los lugareños se esfuerzan por mejorar la calidad de su trabajo, prueba de ello es la presencia de sus productos en ferias nacionales y fuera del país.
Y no solo la mejora está en sus productos. Cuando uno recorre las calles de Quinua puede ver el trabajo del gobierno local para mantener el orden y la limpieza. También se aprecia una buena señalización de las calles y la ubicación de los talleres artesanales, que por cierto pueden llegar hasta los 5 en una sola cuadra. Y es que aquí el arte está por donde se mire.
La historia es también uno de los atractivos de este territorio. A tan solo un kilómetro de Quinua se encuentra el Santuario Histórico de la Pampa de Ayacucho. Aquí, los visitantes pueden conocer el escenario donde se realizó la Batalla de Ayacucho, hecho que selló la independencia del Perú y de América que ha sido perpetuado con un monumento a los héroes caídos.
Sabemos que un viaje al interior de nuestro país no está completo si no se prueba la gastronomía local. El cuy chactado, el chicharrón de cerdo, el caldo de mondongo, la puca picante, el caldo de cabeza de cordero y la pachamanca son algunos de los potajes que pueden encontrarse en la zona de vivanderas estratégicamente ubicadas a la entrada del pueblo.
Quinua participa del programa “De mi tierra un producto”, fomentado por el ministerio de comercio exterior y turismo (Mincetur), que busca desarrollar todas las potencialidades con las que cuenta este pueblo de artistas.
DATOS ADICIONALES
Tiempo de vuelo desde Lima: 45 minutos
Vía terrestre desde Lima: 9 horas. Se debe tomar la Panamericana Sur hasta el kilómetro 227 y luego girar a la izquierda y tomar la vía de Los Libertadores, que conduce desde San Clemente (Pisco) hasta Ayacucho. Luego tomar la carretera noreste.
El clima es soleado gran parte del año. Enero y febrero son meses de lluvia. La temperatura puede bajar hasta los 5° C. y subir hasta unos 25° C.
ACTIVIDADES
Los más aventureros pueden disfrutar de diversas actividades como ciclismo de montaña en el Cerro de Condorcunca, caminatas en los alrededores del pueblo, paseos a caballo por la pampa de Ayacucho hacia la caída de agua artificial Paqcha Chirapa. También existe la posibilidad de recorrer el bosque de plantas nativas Oscohuillca y disfrutar de pequeñas cascadas que caen por las quebradas.
OTROS PUNTOS DE INTERÉS
Complejo Arqueológico de Wari: Se ubica a 20 minutos de Quinua y fue uno de los centros poblados más grandes del antiguo Perú. Sus construcciones son de piedra y barro revestidos de un fino enlucido, mayormente pintado en rojo y blanco.
Cueva de Piquimachay: Ubicada a una hora de Quinua, esta cueva atesora los restos de la presencia humana más antigua del Perú y de toda Sudamérica (15.000 años a.C.).